Fíjese en que estamos hablando de la diabetes del adulto, cuyo tratamiento inicial comienza por “cuidados y pastillas” y puede acabar con insulina si el paciente no se cuida y trata correctamente. La diabetes infanto-juvenil o tipo I, es otra enfermedad distinta, y desde el inicio se trata con insulina.
¿Por qué necesitamos glucosa en la sangre?
El páncreas es el “motor” que regula la glucemia en la sangre. Esa glucemia de la sangre proviene de los alimentos que ingerimos, tanto de los alimentos dulces con azúcares, como de los hidratos de carbono que contienen muchísimos alimentos saludables y que el organismo los transforma en glucosa.
Y es que la glucosa es imprescindible para la vida de las células, para el cerebro, para el músculo… Recuerde por ejemplo las conocidas “pájaras del deportista”, que son hipoglucemias en las que se siente una intensa debilidad muscular, mareo e incapacidad para hacer cualquier cosa, e incluso desmayo.
Sin embargo, el exceso de glucosa en sangre, debida por ejemplo a una ingesta excesiva con un páncreas malfuncionante, causa importante daño celular en prácticamente todo el organismo.
De manera que la glucosa es siempre es imprescindible y por ello tenemos un sistema que la regula de forma muy efectiva para evitar problemas de salud, ya sea por estar baja o por estar demasiado alta (diabetes del adulto).
¿Cómo se regula la glucosa en sangre?
Comprender esto, no ayudaría a controlar y mejorar nuestra diabetes. Cuando ingerimos alimentos, se produce un procesamiento de los nutrientes en el tubo digestivo y en el hígado, que hace que se produzca una llegada de glucosa a la sangre. La glucosa en sangre alimenta a todas las células del organismo, siendo su fuente energética principal.
La glucosa excesiva en sangre es dañina, por lo que es importante que no sobrepase ciertos niveles máximos. Esto lo consigue el páncreas, que segrega insulina que sirve para facilitar la entrada de la glucosa en las células. Además, si las células necesitan más energía, por ejemplo el músculo por realizar ejercicio y una vida activa, la glucosa en sangre se consume más rápidamente y el posible daño disminuye.
Si llega demasiada glucosa y el organismo no es capaz de controlarla, la glucosa en sangre llega a niveles excesivos y produce daños en las células del organismo. Los daños son silentes inicialmente, pero progresivamente más graves e irreversibles.
El objetivo del páncreas es que la glucosa antes de comer no se mayor de 100 mg/dl y no sea mayor de 140 mg/dl a las 2horas de haber comido.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro páncreas si no funciona bien?
Este apartado es la clave del presente artículo. Pensemos en el páncreas como un “motor” que tienen una vida y unas “revoluciones” máximas:
- Si padezco obesidad, tengo una superficie corporal mayor que atender, y mi páncreas tiene que trabajar a “más revoluciones”.
- Si como alimentos muy dulces, mi páncreas tiene que trabajar a “más revoluciones”.
- Si no como dulces pero hago comidas muy abundantes, en cada comida mi páncreas tiene que trabajar a “más revoluciones” y durante un momento crítico, y después durante un tiempo más prolongado.
- Si no hago ejercicio ni llevo una vida activa, la glucosa en sangre se mantiene más tiempo elevada, y el durante un tiempo más prolongado. El ejercicio y la actividad muscular se comen o absorben la glucosa de la sangre, y disminuye el trabajo del motor notablemente.
Así que lo que tengo que hacer para conseguir más vida para mi páncreas, que por el momento es insustituible, y que sin él se acorta y empeora mucho la vida, a pesar de todos los tratamientos que disponemos, incluyendo la insulina, debo:
- No comer azúcares de rápida absorción (pasteles, bollería, azúcares añadidos…).
- Comer más veces al día y nunca grandes cantidades (no más de un plato llano en total, incluyendo entrantes y postre).
- Tener una vida activa. Andar 1 hora al día todos los días.
- Perder peso hasta que mi peso sea como máximo, las dos últimos cifras de mi altura: si mido 1,70cm, mi peso debe ser como máximo 70kg.
Con estas 4 simples pautas, comprobará que poco a poco su diabetes se va regulando, y también verá que si consigue el normopeso, incluso es probable que pueda dejar la medicación.
Las cantidades que debe conseguir de acuerdo con su médico son:
- Glucosa basal (en ayunas): < 100 – 110 mg/dl.
- Glucosa a las 2 horas de la comida: < 140 mg/dl.
- HbA1c: < 6 -6,5%.
¡Ánimo! Un cordial saludo.