A continuación, desmitificaré 10 errores comunes sobre las operaciones de obesidad, que suelen creer algunos de los pacientes que visitan Clínica Obésitas:
La operación es para personas sin voluntad, y que se han dejado llevar…:
Es cierto que la voluntad juega un papel fundamental en todos los aspectos de la vida, pero muchas veces, “nuestra naturaleza” puede ser más fuerte que nuestra voluntad. Cuando una persona ha heredado una tendencia clara a la obesidad, con una morfología muy parecida a su madre o a su padre, que padecen obesidad, ¿qué culpa podemos cargar sobre ese niño o joven?. Otras veces el caso no es tan evidente, y aunque en los principios de la obesidad, durante años el paciente tuvo el control, pero poco a poco fue subiendo escalones y su voluntad se fue mermando. Cuando el exceso de peso se percibe como una muralla infranqueable, el paciente cae en el desánimo, y la obesidad crece aún más y más.
El paciente es “quien más se quiere a si mismo”. Si él/ella ha tomado la decisión de necesitar una operación, debemos darle nuestro apoyo y ayudarle.
Es mejor que siga con obesidad, cuidándome, que operarme de obesidad:
Esta es otra idea falsa. Actualmente, las operaciones de obesidad son tan seguras en manos de equipos muy experimentados, y la pérdida de calidad de vida tan grande con la obesidad, que no tiene sentido esta afirmación. Además, las enfermedades asociadas a la obesidad, son severas y acortan la vida. No tiene sentido mirar para otro lado y no buscar una solución….
Padezco obesidad, pero no tengo problemas de colesterol, diabetes…, no necesito operarme de obesidad.
Es cierto que existen obesidades sin problemas metabólicos asociados, pero esa obesidad causa daño por sí misma. El exceso de peso degenera y desgasta más rápidamente las rodillas, caderas y tobillos, además de problemas en la columna lumbar. La obesidad abdominal, disminuye la capacidad respiratoria, y el acúmulo de grasa en el cuello (más frecuente en el varón) causa apnea del sueño. Además del daño puramente mecánico, la obesidad causa un proceso inflamatorio crónico que daña todos los vasos (vasculitis), empeora o desencadena enfermedades relacionadas con la inmunidad (asma, alergias, psoriasis, enfermedades reumáticas en general), y produce un bloqueo insulínico (aunque no se manifieste diabetes durante mucho tiempo).
Las operaciones de obesidad son muy peligrosas, “te juegas la vida en la operación”:
Hoy en día, la tecnología de las operaciones ha avanzado mucho. En manos experimentadas, con muchas operaciones realizadas, un buen equipo en quirófano, y los mejores medios técnicos, las operaciones de obesidad son muy seguras; las complicaciones son excepcionales y no debe existir mortalidad. Esto significa, que las pocas complicaciones que pudiesen producirse, debe tenerse preparados protocolos de actuación inmediata para resolverlas, además de los conocimientos y el equipo necesario. Por este motivo, dentro de los equipos expertos de cirugía de la obesidad, debe contarse con endoscopistas avanzados, radiólogos intervencionistas, e intensivistas especializados, aunque hoy en día “debe ser” muy poco frecuente tener que utilizar estos medios. El beneficio de una operación de obesidad, compensa sobradamente el mínimo riesgo de estas operaciones en centros y por cirujanos muy especializados.
La recuperación de la operación es muy larga y necesitas mucho tiempo para volver a la rutina:
Con la metodología de protocolos anestésicos mini-invasivos, y cirugía laparoscópica mini-invasiva, no es necesario la utilización de unidades de cuidados intensivos, y el periodo de ingreso hospitalario suele ser de 24 a 48 horas. A los 7 días de la operación, el paciente ya puede realizar una vida normal. Los trabajos que requieran mucho esfuerzo físico, que deben esperar unas 4 semanas.
Después de la operación tendré diarreas…, y no podré hacer una vida normal:
Esto sólo sucede con las operaciones o técnicas malabsortivas. Los equipos que siguen las recomendaciones de la Asociación Americana de Cirugía Bariátrica y Metabólica (ASMBS), sólo excepcionalmente pueden tener este problema con sus pacientes.
A pesar de la operación tienes que hacer una dieta estricta y vigilarte mucho:
Este punto es muy importante, porque efectivamente el paciente tiene que cuidarse “toda su vida”. Pero fíjense que digo cuidarse, que no es lo mismo que llevar una dieta estricta. El paciente debe realizar un cambio integral de los hábitos que le han llevado a la obesidad y a tener que tomar la decisión de someterse a una operación de obesidad. Pero no es necesario una dieta estricta ni una vida de grandes sacrificios; lo más importante es la constancia y la proporcionalidad, sin grandes altibajos, ni objetivos exigentes… La constancia y la estabilidad es lo más importante.
Tengo que tomar vitaminas toda la vida y puedo tener problemas de salud:
En casi todas las técnicas quirúrgicas para la obesidad, excepto en las técnicas malabsortivas, si los pacientes comen una dieta muy variada y suficiente cada día, las necesidades de suplementos vitamínicos pueden limitarse a la Vitamina B12 y a vitamina D. Los déficits de hierro tan frecuentes, suelen deberse a ingesta insuficiente o a perdidas de hierro por metrorragias excesivas en las mujeres. Los suplementos vitamínicos no causan problemas de salud, porque de hecho son suplementos alimenticios y no fármacos. Una vez se ha perdido todo el peso, y como seguimiento de por vida, es suficiente con un análisis de sangre anual, y sólo en algunos casos semestral.
Con la pérdida de peso se me quedarán “todas las pieles” muy mal…, y tendré que operarme de cirugía plástica:
En nuestra experiencia, sólo un 15% de nuestros pacientes acaban tomando la decisión de someterse a cirugía plástica, porque las pieles excesivas le restan calidad de vida. Una nutrición adecuada y bien cuidada durante la pérdida de peso tras la operación, una buena hidratación y cuidados de la piel, y el ejercicio físico tonificante adecuado, son las mejores armas para prevenir la necesidad de cirugía plástica tras la pérdida de peso.
Con los años se recupera el peso con mucha frecuencia:
La posibilidad de recuperar el peso después de una operación de obesidad, varía mucho, y no es desdeñable; así que la recomendación es que el paciente “se tome en serio” su decisión, y cambie y se cuide para siempre.
Son muchos los estudio publicados sobre la frecuencia de recuperación de peso, y para las operaciones más eficaces, estaría entre un 15 y un 25% a 10 años (Bypass gástrico o tipo SADIS / Cruce Doudenal). Para otras operación tipo restrictivas, la incidencia puede ser mayor.
Los dos factores más importantes son:
- Que la técnica de la operación esté bien ejecutada, según los parámetros establecidos y aceptados.
- Que el paciente tenga un seguimiento y apoyo multidisciplinar, y que éste realice un verdadero cambio de sus hábitos de vida y nutricionales.
Con estas condiciones, el resultado a 10 años será claramente positivo, y el esfuerzo habrá valido la pena.